Hemos podido hojear el primer número de Wired de 2012, un lujo en papel accesible en bibliotecas municipales de Las Rozas y por un tiempo indeterminado. Es la única revista de tecnología e innovación de un total de unas 50 suscripciones y según nuestra amiga bibliotecaria, no ha sido de las más citadas entre las encuestas a usuarios.
De cualquier forma y de momento, este número incluye un artículo sobre 25 ideas prometedoras, básandose en tendencias económicas, sociales y tecnológicas que ya se aprecian y reafirmando la selección con ejemplos de empresas y start-ups que generan negocio en torno a ellas. Ahí van sólo algunas de éstas:
- Vigilancia continua ciudadana: la monitorización audiovisual de eventos, en tiempo real y rápidamente difundida por Internet, ha sido clave durante las movilizaciones ciudadanas de la primavera árabe en 2011. Sin embargo, el rastro digital es todavía fácilmente identificable y afecta a la libertad de expresión. El reto en el que ya trabajan empresas de media y software es el "anonimizar" a este activista improvisado. Por otra parte, hay interés en desarrollar técnicas de recreación de hechos pasados (identificación de pruebas) en base al análisis de secuencias de imágenes. Grupos de presión y organizaciones de derechos humanos estarán dispuestos a invertir en soluciones que mejoren su actividad sobre el terreno.
- Cloud-gaming: una industria, la del video-juego, que quiere reducir pérdidas por descargas ilegales a través de servicios cloud a ordenadores, tablets o televisiones. Empresas como OnLive o OTOY (0.25$ por hora de juego en streaming) trabajan en ello. Uno de los retos tecnológicos está en reducir la posible percepción del usuario de desfases jugando vía cloud.
- Control remoto de la mente: un grupo del MIT (Synthetic Neurobiology Group) avanza en la investigación de la optogenética (utilización de métodos ópticos sobre neuronas para favorecer cierta actividad cerebral y los comportamientos derivados) haciendo esta técnica inalámbrica. Ya se está experimentado con docenas de ratones, con cascos provistos de LEDs y controlados desde una estación base. ¿Aplicación? Procesos del sueño, epilepsia o Alzheimer. Ed Boyden, su investigador principal, habla de esto en una charla de TED: "encender la electricidad de una de las células... no la de sus vecinas...neurociencia de forma remota". Pues así es: más luz.
- Un mundo crowd (restauración digital de contenidos): las modalidades "crowd-..." están en auge... incluso si para ello se pueden salvar clásicos de cine por los que sí pasa el tiempo. ¿Quién se hace cargo? Parece que una película de media contiene 140.000 fotogramas individuales y la tarea es compleja, así que en Hollywood pasan del tema. Entonces sólo tienes que encontrar a 10.000 personas en el mundo, con ganas de colaborar, a las que puedas enviar 14 fotogramas y que sepan/aprendan a corregir defectos y aumentar niveles cromáticos, por ejemplo.
- Construcción colaborativa: empresas europeas como OpenStructures o Droog apuestan por diseños colaborativos de muebles, desde la fase de diseño a la construcción... diseños que el usuario puede descargar, adaptarlos a su gusto y volver a subir a la web para que se los construyan. Aunque no vayan a hacernos olvidar las cajas apilables de IKEA, puede encontrar su nicho. Cualquier negocio que apueste por la creación de una comunidad de usuarios parte con ventaja.
- Impresión 3D: algo que sí se lleva escuchando desde hace tiempo, es decir, holografías impresas en libros, en planos de arquitectos o mapas del ejército, que la visión puede procesar para que se recreen las sensaciones y medidas espaciales reales. Zebra Imaging es una spin-off del MIT Media Lab y que, impulsada por contratos con el ejército de EEUU, está posicionada como puntera a nivel mundial. Sólo está esperando a que en un plazo cercano de 3 años se reduzca el precio de las impresoras 3D ... y ya estará allí.
- Escritores robots: a partir de datos en bruto, inconexos, distribuidos, un software es capaz de desarrollar contenido narrativo incluso en base a perspectivas o ángulos de opinión predefinidos, todo ello, sin intervención humana. Desde reportajes a fondo, artículos deportivos o tweets, según los promotores de Narrative Science, una start-up de Chicago. Dicen que si los datos están, la historia se cuenta. La tecnología está en fase aún emergente, pero como estimación, esta empresa cree capaz producir el 20% de los contenidos de los periódicos de forma automática.
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