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17.10.11

Nubes siempre en movimiento: tendencias en el cloud computing


¿Es el sector de la tecnología tan cambiante como nos dicen? ¿Y el sector TIC sigue siendo tan dinámico y pujante? No hay duda: las nuevas propuestas, servicios y productos tecnológicos se suceden con tal velocidad que es complicado aportar una visión transversal fiable de hacia dónde nos movemos. Sin embargo, en este entorno tan variable algunos conceptos no sólo parecen perpetuarse en boca de todos, sino que conservan año tras año las mismas expectativas optimistas sobre su aplicación final en el mercado. El cloud computing es un caso de este último tipo, del que nos planteamos algunos interrogantes: ¿recorrido para su implantación generalizada? ¿aspectos clave relacionados? ¿qué esperan los clientes? ¿tecnologías que están por llegar?

Situación de partida
Durante los últimos años, se ha creado un complejo y completo ecosistema de actores proveedores de aplicaciones e infraestructura TI siguiendo el modelo flexible de “servicio”:
  • Aplicaciones software como servicio (SaaS): Google Apps, WebEx, salesforce.com…
  • Plataformas de desarrollo y pruebas como servicio (PaaS): WebEx Connect, Microsoft Azure…
  • Infraestructura TI como servicio (IaaS): Amazon Web Services, VMware vCloud, Symantec Online Backup…
Si alguna vez estas empresas ofrecieron “únicamente” capacidad de almacenamiento de datos, desde hace tiempo compiten en valor de servicios, variedad de aplicaciones y alcance. Es tal la popularidad del concepto cloud que muchas empresas incorporan el término en su cartera comercial en busca de una relevancia tecnológica que no logran alcanzar con servicios tradicionales de hosting.
¿Quién puede llamarse proveedor cloud? Parece complejo, pues muchos agentes juegan algún papel. Para serlo con mayúsculas, deben aportar al menos:
  • Una capacidad de procesamiento a través de centros de datos considerable. Por esta razón, de hecho, Google aprovechó toda su inversión en CPDs para garantizar su negocio tradicional de búsqueda para posicionarse posteriormente también como proveedor de servicios.
  • Una capacidad de acceder y comprender al usuario final, mediante mecanismos sencillos, interfaces amigables… Un usuario que consume los servicios, pero que debe estar ajeno a la complejidad subyacente.
  • Una capacidad (o posición de influencia) a la hora de gestionar las redes de telecomunicaciones, por lo que el papel de los operadores de red resulta clave y éstos parten con ventaja.

Perspectiva de mercado y tendencias clave
Se comparte ya en la red la referenciada curva de hype cycle para cloud computing durante 2011, elaborada por la firma de análisis Gartner. Ya sabéis que según este modelo, cualquier tecnología evoluciona con el tiempo por estas fases: un aumento de sus expectativas según se da a conocer; un pico máximo de interés; una caída de éste al no corresponderse con su utilidad práctica; y una fase final de maduración y productividad. En concreto, para este ámbito cloud, Gartner reconoce tanta vigencia que ya elabora hasta 4 análisis sobre líneas relacionadas. Es más, parece que son tantas las expectativas que en una curva semejante de la consultora sobre tecnologías emergentes, cloud continúa inmóvil en el pico máximo de interés, año tras año. Aún siendo un concepto maduro en sí, no deja de ser popular. Y algo más que popular, ya que se preveen inversiones privadas de 112.000 M$ en proyectos relacionados en los próximos 5 años.
Se ve rápidamente que modelos ya con desarrollo como SaaS (Software as a Service), la cloud pública, o las tecnologías de virtualización, se encuentran en un estado maduro de productividad. Es llamativa también la acumulación en la parte izquierda, en la primera fase, de un gran número de conceptos que entran en juego, lo que demuestra el grado de innovación y dinamismo de esta área.

Esta figura nos da pie a comentar algunos conceptos clave para la evolución cloud.
  • Big data: concepto en emergencia. ¿Qué hacer con un ritmo de generación de datos de 2.5 quintillones al día? Según IBM, el 90% de este monstruo tridimensional, que se expande según ejes de variedad, volumen y velocidad, se ha creado en los últimos dos años. Más que suponer un problema, esto plantea la oportunidad de encontrar respuestas en el análisis y procesamiento de este volumen de datos (analytics) donde antes sólo había suposiciones. En la actualidad, predomina todavía el desarrollo de tecnologías de big data como aplicaciones de nicho (por ejemplo, sobre flujos de información en Internet o de tipo científico generado por clusters) y de uso interno. La evolución ya iniciada es que esto se extienda a cualquier tipo de actividad y que los actuales proveedores de servicios cloud ofrezcan capacidad e infraestructura para big data analytics basado en tecnologías como Hadoop, por ejemplo.
  • Seguridad: en su pico máximo de interés. Factor inhibidor recurrente para las empresas a la hora de adoptar cloud computing en términos de pérdida de control y riesgo en la privacidad de datos. No parece tanto un problema tecnológico, por el tiempo que se lleva investigando en esto, sino de regulación global (se habla de auditorías externas a los proveedores cloud como mecanismo de garantía) y plano psicológico…para terminar de convencer a los escépticos. El papel de la Cloud Security Alliance será decisivo para esto.
  • Cloud de clouds: si Internet evolucionó con éxito hacia una red de redes, ¿por qué no volver a conectarse? Se plantea un escenario de clouds intercomunicadas, que comparten recursos de procesamiento y datos, balanceando de forma flexible las cargas de trabajo… Y derivado de esto, un modelo de negocio global de compra y venta de capacidad, un “mercado” en sí mismo. ¿Será posible que por una vez un mercado no vaya asociado a una especulación? Queda tiempo para saber esto, y de momento resultará crucial avances en la estandarización para llegar hasta esta nube de nubes.
  • Cloud híbrida: también en emergencia y relacionado con en el anterior punto. Cobra fuerza este modelo puente o intermedio entre la cloud público (empresas que comparten servicios de un proveedor tercero especializado vía Internet, según un modelos IaaS) y la privada (interna, en la que una organización utiliza únicamente recursos propios para implementar su cloud). Para la firma IDC, este modelo híbrido será el de mayor aceptación en los próximos años, al que darán el primer paso muchas empresas que buscan un compromiso inicial de bajos costes y niveles de seguridad óptimos.
  • Garantía de servicio y fiabilidad: cualquier encuesta sobre el tema realizada a ejecutivos TI lo deja claro. Va a hacer falta que los proveedores cloud aseguren niveles de servicios (SLAs) claros, ajustados a los intereses de los clientes y que lleven asociados herramientas que aseguren su complimiento. La fiabilidad o tolerancia a fallos es algo también crítico y muy sensible para las empresas. Noticias como la reciente caída de la nube EC2 de Amazon (sistemas, websites o las tiendas de Amazon en UK y Francia, caídas durante unas horas) no ayudan. Aunque, ¿dónde se puede estar seguro?


















Leemos recientemente en el periódico Expansión [14/10/2011] una entrevista a Werner Vogels, director técnico de Amazon Web Services, que ha venido a España a promocionar su servicio cloud y a insistir en la fiabilidad consciente de patinazos como el anterior. En cuanto a ahorro de costes para los clientes, Vogels tiene cifras: “Desde que abrimos el servicio hace 5 años, hemos reducido los precios más de 12 veces”. En cuanto a esta resistencia a fallos, estamos de acuerdo con Javier Roldán, responsable de Innovación de Gneis-Bankinter: “La experiencia dice que se caen más los propios servidores que los de un proveedor como Amazon”. ¿Tú por qué lado apostarías?

Evolución tecnológica
Si realizamos una búsqueda específica en cualquier base de datos de publicaciones y congresos científicos durante los últimos años y utilizando algunos de los términos clave ya citados, detectamos algunos topics frecuentemente tratados por los investigadores que en algunos ocasiones encaja con las tendencias del mercado y en otros casos, menos:
  • SOA (Service Oriented Architectures) y Servicios Web (Web Services): muy ligado al modelo cloud. Éste es el lugar donde estos web services encuentran su ámbito de operación, como piezas software (SaaS) que operan entre sí, se integran y crean servicios aún más complejos dando forma a un ecosistema tremendamente innovador. En este campo, la investigación parece continua y productiva, también en la UPM.
  • Virtualización: siendo un elemento clave en este modelo cloud como distribuidor inteligente de los recursos de computación y almacenamiento, no está siendo foco del mismo interés o los resultados no van acordes. Es cierto que el primer distribuidor de tecnologías de virtualización, VMWare, es de pago pero existen alternativas de código abierto en auge como KVM que pueden ser más adecuadas para la investigación del mundo académico.
  • Green IT: tecnologías orientadas a mantener una infraestructura creciente de servidores, de CPDs… con un consumo energético mínimo… o cómo no cargarnos el planeta en el intento. ¿Quién no recuerda la visión apocalíptica de la primera película de Matrix cuando Morfeo nos metía miedo: “…and turned the face of our planet from green and blue to black and red. It scorched and burned the sky”?
  • Grid: esta actividad, la del procesamiento de tareas y datos que precisan de grandes capacidades de computación sobre recursos compartidos (aquí entra cloud), centra buena parte de la investigación académica con el objetivo de reducir tiempos de tareas y costes. En la medida en que este modelo específico es unidireccional, sin miles de usuarios accediendo a contenidos concurrentemente, el interés del mercado aquí es menor.
Nos seguiremos preguntando hacia dónde van las nubes.

Autor: Área de Innovación, Comercialización y Creación de Empresas UPM

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